En las próximas cuatro a seis semanas Wall Street será testigo de grandes decisiones que contribuirán en mayor o menor medida en dar forma al mercado en los próximos meses y probablemente de los próximos años: el tapering de la Reserva Federal, que podría ser anunciado en la reunión del 17-18 de septiembre, la necesidad de alcanzar un acuerdo entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto estatal para el 1 de octubre, la necesidad de elevar el límite de endeudamiento para que el gobierno estadounidense no quiebre, y el nombramiento de un nuevo líder al frente de la Fed. Aunque cada una de estas incógnitas ? en conjunto y por separado ? tiene el potencial de producir un resultado nefasto o realmente positivo para Wall Street, aún no se tiene un sentido muy claro de hacia donde se inclinará la balanza.
Quizá la decisión más importante es una de las que menos se habla: el techo de la deuda, el cual se encuentra en 16,7 billones de dólares, y con el que EE.UU. ha estado chocando desde mayo. En el pasado, se evitó alcanzar el techo de endeudamiento implementando medidas de emergencia, como el traspaso de dinero entre cuentas del Gobierno. Pero ahora es esencial que no se repita lo ocurrido en 2011, la última vez que se discutió sobre este asunto, y que llevó al Gobierno al borde de una suspensión de pagos sin precedentes.
Pero antes de dar respuesta a estas cuestiones, la plaza neoyorquina debe centrar su atención en las señales de crecimiento que puedan apuntalar al mercado. Entre estos termómetros económicos ocupan un lugar destacado los datos de consumo, especialmente las ventas al por menor, para cuyo informe que se publica el viernes se prevé un aumento del 0,3% en agosto, tanto incluyendo como excluyendo la partida de automóviles.
También habrá que estar atentos a los créditos al consumo y al sentimiento y humor de los estadounidenses, un factor con gran influencia en los hábitos de consumo. A este respecto, el consenso del mercado espera que el alza de los préstamos a particulares, salvo los préstamos hipotecarios se desacelere en julio a 12.300 millones de dólares en relación a los 13.800 millones de junio, principalmente por la reducción de los créditos renovables, contratados por tarjetas de crédito y en general con tasas de interés más elevadas. En esa misma dirección estaría el sondeo que mide la confianza de los consumidores elaborado por la Universidad de Michigan, el cual de acuerdo a la media de los analistas, bajará un par de décimas a 81,9 puntos en septiembre.
El nivel de los inventarios de mayoristas y empresas será una buena referencia del estado de optimismo entre los comerciantes, y por ende, del gasto. Para las existencias al por mayor la previsión apunta a un aumento de 0,3% y de 0,4% en las ventas; en tanto, el nivel de suministros de las empresas crecerá 0,2% en julio tras no mostrar cambios el mes previo.
La última prueba de fuego serán los datos de inflación (o deflación) según hacia donde se incline el péndulo. De acuerdo con el pronóstico del mercado, los productos importados se habrán encarecido 0,5% en agosto, debido principalmente a la subida del petróleo por las tensiones geopolíticas; mientras que los precios de producción, que no mostraron variación en julio, ascenderán un 0,2% de cumplir con la previsión.
Mónica Coronatti, Editora de Sala de Inversión América
↧
Las decisiones que moldearán a Wall Street
↧